martes, 10 de junio de 2008

El Roto

lunes, 9 de junio de 2008

El lunes...

El genial Ehrlich, en El País de hoy.

lunes, 2 de junio de 2008

Abenámar


Tras haber visitado la Alhambra ayer, hoy tenía que compartir este romance (anónimo, siglo XV):

"¡Abenámar, Abenámar,
moro de la morería,
el día que tú naciste
grandes señales había!
Estaba la mar en calma,
la luna estaba crecida:
Moro que en tal signo nace
no debe decir mentira."
Allí respondiera el moro,
bien oiréis lo que decía:
"Yo te lo diré, señor,
aunque me cueste la vida,
porque soy hijo de un moro
y una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho,
mi madre me lo decía:
que mentira no dijese,
que era grande villanía:
por tanto, pregunta, rey,
que la verdad te diría."
"Yo te agradezco, Abenámar
aquesa tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos?
¡Altos son y relucía
"El Alhambra era, señor,
y la otra la Mezquita;
los otros los Alixares,
labrados a maravilla.
El moro que los labraba
cien doblas cobraba al día,
y el día que no los labra,
otras tantas se perdía.
El otro es Generalife,
huerta que par no tenía;
el otro Torres Bermejas,
castillo de gran valía."
Allí habló el rey don Juan,
bien oiréis lo que decía:
"Si tú quisieses, Granada,
contigo me casaría;
daréte en arras y dote
a Córdoba y Sevilla."
"Casada soy, rey don Juan,
casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene
muy grande bien me quería."

¿No os encantan las primeras estrofas?

miércoles, 28 de mayo de 2008

Córdoba

No necesito decir de quién es este poema, ¿verdad?

Sólo alguien como Lorca es capaz de crear tantas imágenes con tan pocas palabras.

"Córdoba.
Lejana y sola.

Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.

Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.

¡Ay qué camino tan largo!
¡Ay mi jaca valerosa!
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llegar a Córdoba!

Córdoba.
Lejana y sola".
El ritmo de este poema es magnífico. Se merece leerlo en voz alta.

martes, 27 de mayo de 2008

Goya dibuja


Bajar riñendo, El aguacil Lampiños cosido dentro de un caballo muerto y Arrepentimiento.

Estos tres dibujos, pertenecientes a la serie de Los desastres de la guerra, han aparecido en una subasta de Christie's. Vendidos en 1877, se los creía perdidos.

Este fin de semana estuve por primera vez delante de algunos de los dibujos pertenecientes a esta serie, pintada durante la guerra de la Independencia (1808-1813) y algo después. Por supuesto que los había visto incontables veces en los libros, pero impresiona mucho verlos al natural. Las rascaduras de la plumilla, la crueldad de lo que muestra, la primicia de Goya en la historia del arte: la guerra es sucia, cruel, descarnada, lo peor. No es nada glorioso con el sonido de fondo de una fanfarria. Saca del alma del ser humano lo peor que tiene dentro.

Éste es mi favorito (que todavía no he podido ver):


El sueño de la razón produce monstruos.

Creo que esta frase se puede aplicar tanto a la pintura, a la vida o a la guerra. ¿Qué p

lunes, 26 de mayo de 2008

Lo admito...

yo NO lo he visto.

Pero me he reído mucho con esto.




Tras el barullo del trabajo, espero actualizar como siempre.

martes, 20 de mayo de 2008

Los buenos bibliotecarios....

¡Hola!
Perdonad el abandono del blog por unos días, el trabajo a veces no deja ni un minuto libre.

Hoy, la risa.



Cuando visito algunas bibliotecas, sueño con alguien así. Alguien que frene la logorrea de la gente que se cree que está en una cafetería (aunque, tal vez, que no trate así a los que llevan los libros tarde).

Lo mejor, su primera frase: "¿has oído hablar del sistema Dewey?" (cuando levanta al bajito). No hay nadie como Conan the librarian.

Disfrutad.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Leeremos "Laura"

¡Menos mal!

'Laura', la última obra de Nabokov, verá al fin la luz

El hijo del escritor contradice la voluntad paterna de destruir el manuscrito inacabado
Se resolvió el dilema. La última obra inconclusa de Vladimir Nabokov (1899-1927), Laura, verá la luz tras permanecer más de 30 años encerrada en la caja de seguridad de un banco de Suiza. Así lo ha confirmado su hijo, Dimitri Nabokov, al semanario alemán Der Spiegel desde su domicilio de invierno en Palm Beach.
"Soy un hijo leal y he reflexionado sobre ello durante mucho tiempo. Hasta que un día vi a mi padre frente a mí diciendo con una mueca irónica: te has metido en buen lío así que publícala", asegura el hijo de 73 años, en la edición impresa del semanario alemán. Pero esta última afirmación se contradice con el último deseo de su padre.
El autor de clásicos como Lolita comenzó a escribir Laura en 1974 pero nunca la terminó. Antes de morir, en 1977, pidió a su familia que quemara el manuscrito. Pero ni su mujer, Vera, ni su hijo se atrevieron a quemar la que, según Dimitri, podría ser "la novela más brillante de mi padre, la destilación más concentrada de su creatividad". Aun así, desde que en 1991 murió la madre de Dimitri y este pasó a administrar el legado del escritor, ha amenazado en varias ocasiones con cumplir la última voluntad del autor. "Mi padre no quería que ninguna obra inconclusa perturbara su memoria", aseguró una vez al diario británico The Times en una entrevista por correo electrónico. En la misma entrevista se le preguntaba por qué no quemó el propio Vladimir Nabokov la obra si tan seguro estaba de desear su destrucción: "Tenía prisa por seguir y no sabía cuántos días le quedaban de vida. De haberlo sabido quizá la habría quemado él mismo", contestó entonces Dimitri.

DECISIÓN TAJANTE
Sea como sea, parece que la nueva decisión es tajante y, aunque algunas voces habían pedido la destrucción de la obra por tratarse de un fragmento inacabado --entre ellos el propio primo carnal de Dimitri, el editor Ivan Nabokov, y uno de los biógrafos del autor, Brian Boyd--, eran mayoría los amantes de la literatura que abogaban por su publicación y llevaban años suplicando al hijo del escritor que no la quemara. Muchos esgrimían ejemplos de grandes obras que han sido publicadas a pesar de los últimos deseos de sus autores para defender la publicación de la misteriosa Laura. Es el caso de Kafka, que también pidió a su gran amigo Max Brod que quemara su obra; petición que por suerte este decidió desobedecer. Solo queda por ver si es la gran obra inacabada de la que hablan los que la han leído y si ha merecido la pena la espera.

De El Periódico.

¿Hubierais quemado el manuscrito? Y no sé si me hubiera atrevido... Es el dilema de Brod con Kafka (que tampoco los quemo).

jueves, 8 de mayo de 2008

Dame cien besos...


Cayo Valerio Catulo vivió y murió en el siglo I a.C.(87-54 a.C.) Contemporáneo de César y Pompeyo, Catulo era un joven arrebatador, de afilados y obscenos versos, pero también extremadamente sensibles. Revolucionó la poesía amorosa latina y le dio su razón de ser. Como veis por las fechas, se calcula que murió muy joven, tal vez hacia los 30 años.

Este maravilloso poema que sigue está dedicado a Lesbia, pseudónimo de Clodia, patricia romana casada y perteneciente a la crème de la sociedad romana, con la que mantuvo relaciones sentimentales/sexuales que acabaron en desamor y abandono por ambas partes. Sus poemas, cortísimos, maravillosos, son muchas veces malhablados y vociferantes (éste no es el caso). El mismo Catulo decía que no escribía para puritanos.

El poema que sigue pertenece a la primera parte, en la que el amor de Lesbia lo llena todo. A mí me parecen unos versos maravillosos. ¿Y a vosotros/as?
Disfrutadlos.


Vivamos, querida Lesbia, y amémonos,
y las habladurías de los viejos puritanos
nos importen todas un bledo.
Los soles pueden salir y ponerse;
nosotros, tan pronto acabe nuestra efímera vida,
tendremos que vivir una noche sin fin.
Dame mil besos, después cien,
luego otros mil, luego otros cien,
después hasta dos mil, después otra vez cien;
luego, cuando lleguemos a muchos miles,
perderemos la cuenta para ignorarla
y para que ningún malvado pueda dañarnos,
cuando se entere del total de nuestros besos.
(Traducción de A. Ramírez de Verger; Catulo, poema nº 5)

El original:
Vivamus mea Lesbia, atque amemus,
rumoresque
senum severiorum
omnes unius aestimemus assis!.

Soles occidere et redire possunt:
nobis cum semel
occidit brevis lux,
nox est perpetua una dormienda.

Da mi basia mille, deinde centum,
dein mille altera,
dein secunda centum,
deinde usque altera mille,
deinde centum.

Dein, cum milia
multa fecerimus,
conturbabimus illa,
ne sciamus,
aut ne quis malus invidere possit,
cum tantum sciat esse basiorum.

miércoles, 7 de mayo de 2008

¿Leer en papel?



El nuevo gadget de moda se llama Kindle. Es un aparato inalámbrico que permite leer libros en una pantalla. Supuestamente, esta vez sí que es mejor: permite descargar hasta 200 libros y pesa lo mismo que un libro de bolsillo. Pantalla de baja resolución, para que no se canse la vista. Incluye la posibilidad de marcar ciertos pasajes, incluso de escribir notas. Precio: 400$ (aunque seguro que bajará).

La única ventaja que le veo al Kindle es su uso en largos viajes. Cuando hay que llevarse muchas lecturas, y todas pesan en nuestra espalda. Yo no soy del tipo bibliófilo radical, pero sí es verdad que el tacto de un libro, el olor de un libro recién comprado (o antiguo) y el hecho de pasar las páginas con la mano es algo que no se puede imitar (y de lo que yo no puedo prescindir). Además, el Kindle no nos permitirá saber si la persona que está a nuestro lado en el tren lee el "Marca" o "Guerra y paz". Impedirá esos momentos de reconocimiento entre dos personas que leen el mismo libro, como muestra esta bonita portada del New Yorker:



¿Qué pensáis del Kindle? ¿Lo compraríais? ¿Preferís papel o pantalla?

lunes, 5 de mayo de 2008

Japón y Ozymandias



Me interesa mucho la estética japonesa. Últimamente he leído sobre dos conceptos estéticos de esta cultura: ikki y wabi-sabi. Hoy quiero compartir algo sobre este último.

A riesgo de simplificar (porque no soy un especialista), wabi-sabi es algo imperfecto, incompleto, lleno de melancolía y armonía en relación con su entorno. Nada dura, nada está acabado, nada dura para siempre. Ejemplos de esto son un jardín zen, un castillo en ruinas, un antiguo jarrón que muestra el paso del tiempo en sus paredes. Las novelas de Kawabata con su añoranza de un tiempo pasado, que nos hace ser conscientes de lo que hemos perdido y de nuestra mortalidad.


Esta escultura de Ramsés II, hoy en día en el British Museum, inspiró a Shelley el siguiente poema (Shelley no la había visto, pero había escuchado las noticias sobre su llegada). Imaginad esta estatua escondida entre la aren

del desierto, tal vez sólo se aprecia la barba ritual del faraón, o la orgullosa nariz esculpida por el viento. Creo que, para un japonés, sería wabi-sabi. Me encanta el concepto, me parece que describe muchas cosas interesantes. ¿A alguien se le ocurre cómo podríamos decirlo en castellano?
Disfrutad de Shelley.

OZYMANDIAS (P. B. Shelley, 1818)
"Conocí a un viajero venido de una lejana tierra.
Dijo: Dos vastas piernas de piedra, sin el cuerpo
se elevan en el desierto... Y cerca, en la arena,
medio enterrado, yace un semblante roto, cuyo ceño,
y su labio arrugado, y de frío dominio su desdeñosa mueca
muestran que el escultor muy bien tales pasiones leyó
que aun permanecen, estampadas en estas cosas inertes,
la mano que las remedó, y el corazón que sustentó:
Y en el pedestal se leen estas palabras:
"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:
¡Contemplad mis obras, Poderosos, y perded la esperanza!"
Nada más queda. Alrededor de la decadencia
de las ruinas colosales, desnuda e ilimitada
la arena solitaria y nivelada se extiende a la distancia"

Traducción de Gregorio Díaz Ducca.

El original (para que apreciéis el ritmo):

"I met a traveller from an antique land
Who said: Two vast and trunkless legs of stone
Stand in the desert. Near them on the sand,
Half sunk, a shatter'd visage lies, whose frown
And wrinkled lip and sneer of cold command
Tell that its sculptor well those passions read
Which yet survive, stamp'd on these lifeless things,
The hand that mock'd them and the heart that fed.
And on the pedestal these words appear:
"My name is Ozymandias, king of kings:
Look on my works, ye Mighty, and despair!"
Nothing beside remains: round the decay
Of that colossal wreck, boundless and bare,
The lone and level sands stretch far away".

El kanji o ideograma japonés que significa wabi-sabi:

miércoles, 30 de abril de 2008

Frida y Frida



Ésta es una entrada difícil de escribir. No porque no me guste Frida Kahlo (1907-1954), sino porque toda su obra me apasiona, con lo que no sé dónde elegir (lo que los franceses llaman "l'embarras du choix").
Frida es compleja, simple, interesante, emocionante, personal, universal. Su obra refleja su vida, sus dolencias (provocadas por un accidente de autobús que le dejó la espina dorsal maltrecha), su tormentoso matrimonio con el artista Diego Rivera, sus ideales comunistas, sus ideales sobre la mujer, su tradición dual (europea-indígena).

La obra que os quiero mostrar hoy, Las dos Fridas, fue pintada en 1939 (hoy está en el Museo de Arte Moderno de México). En ella vemos la dualidad de Frida. Por un lado, está la Frida vestida de blanco, a la europea, con esa especie de gola que le cubre todo el cuello. Por el otro, la Frida indígena, vestida a la mejicana, con un medallón que lleva la imagen de su marido, Diego Rivera, en la mano.
Es una obra inquietante, surrealista. La Frida europea lleva unas delicadas tijeritas de plata con las que ha cortado parte de sus venas (¿tal vez mencione sus varios abortos? ¿o las infidelidades de su marido, entre otras, con su hermana Cristina?). Sin embargo, a pesar de esa doble cultura, las dos Fridas están unidas de corazón a corazón por esas inquietantes venitas que corren por su cuello y se enroscan en sus brazos. Una de ellas, que sale del corazón, parece una manita que quiere acariciarles las cara. Las dos Fridas son sólo una. Unidas por las manos y por la sangre.

En mi opinión, una de las mejores expresiones de la dual naturaleza de muchos lationamericanos.

Prometo más Frida Kahlo pronto. Mientras tanto, os recomiendo el libro de Taschen dedicado a Frida Kahlo: es muy interesante, está muy bien escrito, los dibujos son en color y, además, se encuentra en cualquier biblioteca (o en cualquier librería a muy buen precio). Aprovechad en la Feria del Libro más próxima. Es un regalo maravilloso.

La referencia completa es: Andrea Kettenman, Kahlo (Taschen, 1999).

martes, 29 de abril de 2008

Roth y la mancha del ser humano


Philip Roth es un genio. Y es el mejor escritor estadounidense vivo.

Así he decidido comenzar mi reseña después de leer "La mancha humana", publicada en 1998, en pleno escándalo Clinton-Lewinsky (¿recordáis?).
El protagonista, Coleman Silk, es un setentón profesor de latín y griego que hace un tonto comentario sobre dos estudiantes que no aparecen en clase. Éstos son negros y la broma es tomada por sus enemigos como un comportamiento racista. Silk tiene que abandonar la universidad. Y todo cambia...
No quiero desvelar mucho de la obra. Me parece fundamental que el lector descubra el secreto de Silk poco a poco, como propone Roth. Quiero comentar eso sí, algunos personajes:
-Faunia, la limpiadora analfabeta con la que Silk mantiene relaciones. Es un personaje complejo, muy interesante. Me gusta mucho cómo Roth hace que nos metamos en su mente. El concepto de la mancha humana es de ella.
-Delphine Roux. Una caricatura perfecta del mundo académico francés. Roth es despiadado con ella en pocas páginas. Eso sí, se graba, y el lector quiere saber más.
- Les. Uf. Nunca me había metido así en la piel de un soldado de Vietnam, pero uno de los que quiso volver. Da miedo pensar cómo hay gente que tiene tanta agresividad que la guerra es una forma de sacarla fuera. Y cómo la guerra destroza a las personas.

"La mancha humana" forma parte de lo que Roth llama su trilogía sobre la historia de EEUU del siglo XX, junto con "Pastoral americana" y "Me casé con un comunista". No he leído la primera, pero "La mancha humana" es mejor que la segunda, sin dudarlo.

"No puedes permitir que los grandes te impongan su intolerancia, del mismo modo que no puedes permitir que los pequeños se conviertan en un nosotros y te impongan su ética" (página 141).

Lo dicho, lectura fundamental y apasionante. Sobre el tema de la raza, la moralidad, el puritanismo, la vida. Engancha hasta tal punto que me terminé el libro en día y poco. No lo podía soltar.


Sobre Roth y su vida, podéis consultar esta entrada anterior del blog, aquí.
Gracias a Maba por la estrellita! Aquí la pongo para todas.

viernes, 25 de abril de 2008

Un sombrero rojo

Jenny Joseph (nacida en 1932) es una poetisa inglesa. Su poema más conocido me parece una oda preciosa a la excentricidad a cualquier edad.

ADVERTENCIA

Cuando sea una mujer mayor, me vestiré de morado
con un sombrero rojo que no pegue, y que no me quede bien.
Y gastaré mi pensión en brandy y guantes veraniegos
y sandalias de satén, y diré que no me llega para mantequilla.

Me sentaré en la acera cuando esté cansada
y engulliré muestras en las tiendas y apretaré los botones de alarma.
Y pasaré mi bastón por las barandillas.
Y compensaré la sobriedad de mi juventud.

Saldré a la calle en zapatillas cuando llueva
y recogeré flores de los jardines de otros.
Y aprenderé a escupir.

Puedes llevar camisetas horribles y ponerte gorda,
y comer tres libras de salchichas de golpe.
O sólo pan y pepinillos durante toda la semana.
Y almacenar bolígrafos y lápices y posavasos y cosas en cajas.

Pero ahora tenemos que tener ropa que nos mantenga secas,
y pagar la renta y no maldecir en la calle.
Y ser un buen ejemplo para los niños.
Debemos tener amigos a cenar y leer los periódicos.

Pero ¿tal vez debería practicar ahora un poco?
Así la gente que me conoce no se extrañará o se sorprenderá,
cuando de repente sea mayor y comience a vestir de morado.


Jenny Joseph (la traducción es mía)

Podéis encontrar el poema original aquí.

Este poema inspiró la creación de la Red Hat Society en EEUU, con el objetivo de inspirar la excentridad, la imaginación, la diversión, la amistad y las redes sociales de mujeres de mayores de 50 años. Incluso Marge Simpson, en un capítulo, se convirtió en miembro de este club, cuyo distintivo es, precisamente, el sombrero rojo:

¿Qué os parece? ¿Deberíamos todas comprar un sombrero rojo ipso facto y comenzar ya?

jueves, 24 de abril de 2008

Color, puro color (y nada más). ¿O no?


Mark Rothko (1903-1970), uno de los pintores principales del impresionismo abstracto. Siempre odió que sus pinturas fueran escogidas por los decoradores según el color de sus sofás. Sus cuadros suelen medir alrededor de dos metros. Es una inundación de color.

miércoles, 23 de abril de 2008

Comentarista invitada


Hoy es el día del libro. O mejor dicho, el día en el que celebramos que compramos libros. Cada vez soy más escéptica respecto a estos "día de". El día del libro es el día en que lees libros (si eres una biblioadicta, todos los días).

Hoy quiero introducir en este blog una nueva sección: la comentarista invitada. Una vez al mes, me gustaría que una de las lectoras de este blog (algunas, escritoras de otros blogs) realizara la entrada, aportando así un nuevo punto de vista. Podréis hablar de lo que queráis.

Para inaugurarlo he pensado en Raquel, una muy buena amiga (digital y fuera del internet) que, como habréis visto, es una de las que primero comenta todas las entradas. Raquel, lectora empedernida, como yo, ha decidido compartir con nosotros la reseña de un libro (magnífico, añado yo).

A partir de ahora, el blog es todo suyo. Gracias por participar, Raquel.

La mano de la buena fortuna, de Goran Petrović

Inauguro la sección “El comentarista invitado” hablando de un libro.

¿Por qué este libro? Porque me ha resultado muy especial, y porque Goran Petrović es un gran desconocido en nuestro país. No así en Serbia, dónde con esta novela ganó el premio NIN, el mayor reconocimiento de las letras serbias.

La novela, heredera del realismo mágico, es una maravilla. No es una novela que tan sólo se lee, sino que es capaz de transportarte a un mundo literario lleno de olores, sabores, texturas y sonidos maravillosos. En este mundo los protagonistas son los libros y nosotros, los lectores.

Por lo que he visto es difícil encontrar a este autor traducido al español, y tan sólo la editorial Sexto Piso nos lo hace accesible.

Si alguna vez llega hasta vuestras manos este libro, por casualidades de la vida o del destino, no dejéis pasar la ocasión de adentraros en sus páginas. No os arrepentiréis.

Resumen del libro:
La Mano de la Buena Fortuna es eso, un lugar en el que todos los que se acercan a él, descubren aquello que la fría realidad no puede proporcionarles: la cálida sensación de la existencia. Con este libro, Goran Petrović logró lo que pocas veces se consigue: esculpir una de las piezas más perfectas que habitan la llamada Literatura Absoluta. La mano de la buena fortuna relata las distintas historias de amor que giran alrededor de un libro muy peculiar, Mi Legado, de Anastas Branica. A primera vista éste es un libro donde no hay trama ni personajes, simplemente descripciones. Sin embargo, eso es lo que lo convierte en un espacio autosuficiente, en un mundo que sólo puede ser habitado por sus lectores, los únicos y verdaderos protagonistas. Anastas escribe el libro para vivir en él con su amada, ya que la realidad no deja de ser un pálido boceto de lo que Mi legado representa verdaderamente. A partir de lo que Petrović llama lectura simultanea, es posible coincidir con otras personas en un mismo libro, y no sólo eso, sino también vivir aquello que está más allá de lo simplemente escrito. De qué otra forma podemos describir lo que nos pasa cuando leemos con verdadera convicción, cuando los libros se transforman en vida, palpable, manifiesta, cuando los libros se convierten en parte de nuestra fisiología, cuando el amor se encarna en la lectura que dos desconocidos realizan a la vez, esperando que el tiempo sea abolido por el mero hecho de fijar su mirada en una página. En pocas palabras, lo que el lector de este libro seguramente experimentará, junto a todos los otros lectores que coincidan en él, será un estado de gozosa estupefacción (resumen editorial)



martes, 22 de abril de 2008

La importancia de un punto.

Hoy, otro artículo que no puedo evitar compartir con vosotros. La ortografía y la gramática son muy importantes, como podéis leer. Nunca olvidéis las tildes en el teléfono móvil:

"El punto de la letra "i" causa una tragedia familiar en Ankara

Un malentendido entre una ex pareja por la falta de caracteres apropiados para el alfabeto turco en los teléfonos móviles desemboca en un asesinato y un suicidio

El matrimonio formado por Emine y Ramazan Çalçoban decidió romper su relación tras pelearse. Emine, de 20 años, retornó a la casa de su padre, Hamdi Pulas. La pareja, sin embargo, no dejó de reñir tras la separación y las disputas continuaron a través de mensajes en sus teléfonos móviles.

Ramazan, de 24 años, le recriminó un día a su ex mujer que siempre cambiaba de tema cuando se quedaba sin argumentos. Pero en muchos teclados de teléfono móvil no existe el carácter para la letra "I" turca (i cerrada, que se escribe sin punto), por lo que Ramazan, en lugar de teclear "sIkIsInca" (cuando te quedas sin argumentos), puso "sikisinca" (cuando te follan), cuenta el diario turco Hürriyet.

Emine se tomó el mensaje como un insulto y se lo mostró a su padre, según figura en el informe de la investigación judicial del caso. El progenitor se enfureció e increpó a su antiguo yerno: "Nos has insultado, has mancillado nuestro honor. Estás tratando a mi hija como si fuese una prostituta".

Cuando Ramazan fue a casa de su ex mujer y su antiguo suegro para explicarse, toda la familia Pulas se le echó encima y le hirieron con un cuchillo. Como venganza, Ramazan acuchilló a Emine hasta matarla y fue encarcelado por ello, pero se suicidó en la prisión.

Ahora el fiscal exige una condena de 15 años de cárcel para Hamdi Pulas y otras dos hijas suyas por el "intento de asesinato" de Ramazan.

La trágica historia fue publicada ayer por Hürriyet, que destaca en su información que el punto de la "i" en ciertas palabras de la lengua turca está causando "serios problemas" en el país".

De "El País".

Y, para que no todo sea tan lúgubre, una tira de Calvin y Hobbes. Ya sabéis que lo adoro.


"Test: ¿Cuándo llegaron los Peregrinos (primeros colonizadores de EEUU) a la roca de Plymouth?
1620.
Como puede ver, he memorizado este dato totalmente inútil el tiempo suficiente para contestar a la respuesta de este test. Ahora tengo la intención de olvidarlo para siempre. No me ha enseñado nada, excepto cómo manipular cínicamente el sistema. Felicidades.
Dicen que la satisfacción de enseñar compensa el malísimo salario".

viernes, 18 de abril de 2008

La evacuación de las obras maestras


Hoy no escribo yo. Quería compartir con vosotras/os este artículo que ha aparecido hoy en "El País". ¿Os imagináis la llegada de ese tren a Ginebra? ¿O a los Goyas escondidos en una mina de sal? La próxima vez que visitéis/visitemos El Prado, veremos a las obras con otros ojos, pensando en su periplo. Me impresiona mucho esta foto del policía, con su pistola en la mano, y la Sagrada Familia del Greco a su lado.

REPORTAJE: Obras maestras en el exilio

Y el Prado sorteó su fatal destino

Reconstrucción del viaje que el tesoro artístico emprendió en la Guerra Civil


16 de noviembre de 1936. Los Junkers alemanes de la Legión Cóndor se ceban con Madrid. Las bombas alcanzan al Museo del Prado. El presidente de la República, Manuel Azaña, decide que ha llegado el momento de completar la evacuación de las obras iniciada tímidamente bajo la dirección de Rafael Alberti. Puede haber más repúblicas o incluso regresar la Monarquía, pero un tesoro como éste sólo hay uno. A los pocos días comienza el largo viaje que acabaría con la llegada a Ginebra en febrero de 1939 de más de 20.000 obras maestras.

Esta formidable aventura, que contó con involuntarios protagonistas de la talla de Rembrandt, Velázquez, Goya, Tiziano o Rubens, podría haber sido escrita por el mejor guionista del más insuperable thriller.

Pese a haber transcurrido casi setenta años de aquello, lo ocurrido con los fondos del Prado durante la guerra ha sido poco tratado por los historiadores. Como en un extraño pacto de silencio de todas las partes implicadas. Hasta ahora. El historiador Arturo Colorado Castellary (Huelva, 1950) reconstruye el relato en Éxodo y exilio del arte. La odisea del Museo del Prado durante la Guerra Civil (Cátedra), al tiempo que un documental, Salvemos el Prado, realizado por Alfonso Arteseros, añade luz sobre el periodo con declaraciones de testigos y protagonistas de la aventura.

La historia, desde luego, cuenta con todos los ingredientes. Un total de 71 camiones trasladaron a Valencia las joyas del Prado (a las que se sumaron otras de El Escorial, la Academia de San Fernando, el Palacio Real o el palacio de Liria). De ahí, a Barcelona. Y Figueras. Al fin, el tesoro quedó a salvo al otro lado de la frontera junto con los miles de españoles ateridos por el frío y confundidos por el hambre en 1939, en aquel despiadado invierno del exilio.

El destino de los cuadros corrió paralelo al del Gobierno de la II República. Y siempre estuvo bajo control directo del presidente. "Debajo de nuestro comedor estaban los Velázquez", escribe Azaña en el castillo de Peralada ya en los días finales de la caída de la Cataluña republicana. "Cada vez que bombardeaban en las cercanías me desesperaba. Temí que mi destino me hubiera traído a ver el museo hecho una hoguera. Era más de cuanto podía soportarse".

Todo había empezado en realidad en agosto de 1936, cuando el Museo del Prado hubo de cerrar sus puertas al público. Las obras más importantes fueron descolgadas. Cubiertas con mantas y plásticos, ocuparon la parte baja del edificio, junto a otras requisadas por la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico, que presidía Timoteo Pérez Rubio, protagonista también inesperado de la operación de salvamento del museo.

Alfonso Pérez Sánchez, que fue director del Prado durante ocho años, se pregunta en el prólogo del libro sobre la necesidad de la operación vista con la perspectiva del tiempo. Su respuesta es contundente. Los bombazos caídos sobre el palacio de Villanueva en los primeros días de la guerra ya justificarían la decisión. Aunque ésta tuviese que tomarse en medio de unas condiciones que la desaconsejaban. Y contra la propaganda fascista, que extendió la idea de que si los cuadros salían sería para ser cambiados por armamento. Pérez Sánchez concluye que el viaje no sólo fue imprescindible, sino que todos los españoles tienen una deuda moral pendiente con los responsables de la operación.

La precaria salida de las primeras obras, organizada por Alberti, prosiguió con las máximas garantías posibles entre abril y mayo de 1937. Las bombas que alcanzaron el Prado en noviembre de 1936 habían sonado a estruendoso ultimátum. El transportista Macarrón se encargó del embalaje de miles de piezas, recubiertas con cartón impermeable y empaquetadas a bordo de camiones que viajaban a 15 kilómetros por hora.

En Valencia, las obras se instalan en las Torres de Serrano, una auténtica fortaleza. A finales de 1937, el avance de las tropas nacionales fuerza a un nuevo traslado. El Gobierno se muda a Barcelona y Azaña decide que la caravana artística le acompañe a Cataluña. El castillo de Peralada, a 10 kilómetros de la frontera, y la mina de talco de La Vajol son los últimos escondrijos para el tesoro.

Febrero de 1939. Cataluña está a punto de caer ante el empuje de la Legión Cóndor. Hay que organizar la salida bajo la protección de los países democráticos. El pintor catalán José María Sert se pone a ello. El 2 de febrero se firma el Acuerdo de Figueras. En Francia, las obras son trasladadas en tren. Cuando, tras su entrada en Ginebra el 13 de febrero de 1939, los operarios que abrieron las 572 cajas del tesoro, custodiadas en el palacio de la Sociedad de las Naciones, respiraron aliviados. Los 45 velázquez, 138 goyas, 43 grecos seguían allí con el resto del tesoro.



Al poco de comenzar la guerra, el Gobierno de la República nombró al pintor y cartelista valenciano Josep Renau director general de Bellas Artes. Al frente del Museo del Prado colocaron a un ya célebre Pablo Picasso. Alberti quedó al cargo del Museo Romántico. Pero el verdadero protagonista de esta historia fue el pintor Timoteo Pérez Rubio, elegido para presidir la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico. De los tres nombramientos, este último fue, en realidad, el más importante. Renau tuvo una actuación relevante durante la etapa en la que las obras estuvieron en Valencia, pero la relación de Picasso con el museo fue inexistente. Desde París animó a Pérez Rubio a usar su nombre como aval para las gestiones internacionales que hubiera que emprender. "Puedes hacer ver que somos amigos desde la infancia. O hermanos. Lo que quieras. Utilízame para lo que consideres necesario".

Pérez Rubio, casado con la escritora Rosa Chacel, se preparaba para partir de veraneo cuando estalló la guerra. Conducía un coche rumbo a la sierra para alquilar unas habitaciones en El Paular. Iba en busca de nuevos paisajes. Les interceptaron el paso. La guerra había estallado. Pérez Rubio, sin adscripción política, se ofreció para lo que fuera. Sin él, el largo viaje del Prado no hubiera sido posible. Como dijo su mujer, Rosa Chacel, "hizo la guerra defendiendo el tesoro artístico español".

Tomado literalmente de El País.

Si alguien se entera de cuándo van a echar por la televisión el documental, que nos informe, por supuesto.


jueves, 17 de abril de 2008

Marina y los celos

(editado: información abajo)

Marina Tsvietáieva (1892-1941) fue una escritora rusa de poesía, probablemente de las más originales del siglo XX. Su poesía hablará de la sexualidad y las emociones femeninas.

Marina fue testigo de primera mano de la Revolución Rusa de 1917. Su marido luchó con el ejército blanco contra los bolcheviques. En 1919 entregó a su hija Irina a un orfanato, pensando que allí estaría mejor alimentada, ya que fue un año de gran hambruna. Sin embargo, la niña murió de hambre allí un año después. Marina nunca se lo perdonaría a sí misma.

En 1922 marchó al exilio primero a Berlín y a Praga, y luego a París. El mismo recorrido hizo, por ejemplo, la familia Nabokov y buena parte de la intelligentsia rusa. En 1939 volvió a Rusia: sin embargo, toda persona que hubiera vivido en el extranjero era considerada sospechosa, y Marina no encontró forma de publicar sus poemas. En 1941, desesperada, se suicidó. Hubo gente que afirmó que la NKVD (la antecesora de la KGB) había tenido que ver con su suicidio, pero nunca se confirmó. También dicen que se ahorcó con la cuerda que había utilizado durante el exilio para cerrar sus maletas.

Totalmente olvidada, su poesía sólo se reconocerá a partir de los años 60.

Hoy os quería presentar un poema rabioso y sentimental. A ver qué os parece la voz de Marina.

Tentativa de celos

¿Qué tal le va con otra?
¿Es más sencillo, acaso?
Un solo golpe de remos,
y se alejó.
Qué rápido se le agota
el recuerdo
de la flotante isla,
¡de la navegante
celeste!

¡Oh, almas, almas!
Os toca ser hermanas
y no amantes.
¡Qué tal se vive
con una simple mujer?
¿Sin divinidades?
Habiendo destronado
a la soberana
(con ella degradándose usted),
¿cómo le va
en el ajetreo cotidiano?

¿Rinde dividendos
la devoción
a la soberana banalidad?
"¡Basta de contorsiones,
basta de suspensos!
Una casa
Me voy a alquilar."

¿Y qué tal vive en ella
con la primera que cayó
—contésteme usted,
el que fue
elegido por mí—?
¿Será un alimento más sustancioso
más digerible?

Pero se harta,
no se vaya a arrepentir...
¡Qué tal le va
con su simulacro,
oh apóstata del Sinaí?
¿Qué tal le va con la extraña,
con la del más acá?
¿Por ser su costilla, la alma?
La vergüenza, castigo de Zeus,
¿aún la frente
no le ha azotado?

¿Cómo le va? De salud, ¿cómo anda?
¿Qué tal se canta
y se respira?
¿Y cómo se defiende usted
de la llaga
de la inmortal conciencia,
pobrecito?

¿Qué tal le va con la mercancía
corriente? ¿No será
muy alto el impuesto?
¿Después del mármol de Carrara,
qué tal
el polvo de yeso?
(De una mole primero esculpieron
a un dios, pero luego
lo derrumbaron, y ¡lo destrozan!)

¿Qué tal le va
con una del montón,
con una de la broza,
a usted, que mereció
conocer a Lilit?

¿La novedad de mercado
aún no le aburre?
Habiendo descartado
los hechizos,
¿qué tal le va
con una mujer normal,
sin sextos sentidos?

A ver, sin rodeos:
¿es usted feliz?
¿No? En un foso sin
profundidad, ¿cómo se vive,
querido? ¿Más difícil,
o igual,
que a mí
con otro?

Versión de Tatiana Bubnova

Editado:
una lectora de este blog (¡gracias, la otra!) nos alerta de que Asteroide ha publicado la tercera novela de Nancy Mitford en castellano, La bendición. La foto de la portada, arriba a la derecha. Tiene muy buena pinta, muy en su línea. Os dejo con el resumen:

Cuando Grace y su hijo Sigi consiguen por fin, tras la separación provocada por la guerra, reunirse con su ilustre marido, Charles-Edouard, e instalarse en Francia, no sólo Nanny tiene dificultades para adaptarse a las costumbres del nuevo país. Grace pierde pie ante las elegantísimas mujeres francesas, y se ve sorprendida por un mundo de cotilleos, amantes y complicados affairs. Pero las sorpresas no acabarán ahí, más tarde descubrirá que su marido tiene tendencia a perseguir a cuanta mujer atractiva se cruza en su camino. Todo le hace pensar que su matrimonio está a punto de terminar y que seguramente sea el momento de volver a Inglaterra; será entonces cuando la “bendición”, el pequeño Sigi, uno de los personajes más logrados de la autora, tome cartas en el asunto.
Con su característica capacidad para la sátira Nancy Mitford reconstruye admirablemente el ambiente, la vida y las personas de los círculos aristocráticos de París y Londres. Más allá de sofisticados personajes, divertidas intrigas y el ritmo trepidante de unos diálogos mordaces, La bendición es también, como otras obras de su autora, la evocación de un mundo ya desaparecido.

Por cierto, la editorial "De bolsillo" ha publicado las dos primeras novelas a mitad de precio que Asteroide. Aviso para las que tienen un presupuesto reducido (si no, siempre quedan las bibliotecas):

martes, 15 de abril de 2008

Calvin y un cuento

Calvin y el arte (en inglés):


Y hoy quería presentaros uno de mis minicuentos. Espero que os guste. Por supuesto, se admite todo tipo de críticas.

La hora de despertarnos juntos

“Ha llegado la hora de despertarnos juntos”.

El príncipe miró hondo a los ojos de la princesa mientras le decía esas palabras. Ella asintió, valerosa. Todas las noches se acostaban juntos y, mientras dormían, forzudos eunucos les trasladaban a habitaciones diferentes. Esa era la ley inamovible para los herederos de la casa real persa, establecida desde antes del profeta Mahoma.

Esa misma noche se acostaron como de costumbre, agarrándose la mano antes de quedar dormidos. Los eunucos entraron sigilosamente pero no encontraron a nadie. Los príncipes habían conseguido despertarse y habían huido. Corrieron por los jardines, riendo y disfrutando la noche juntos. Aspiraron el perfume de las rosas nocturnas y se perdieron en los vastos dominios del rey.

Los pájaros de la mañana comenzaron a cantar y miraron a los dos príncipes, que se habían adormecido en un banco. La princesa se despertó con los primeros rayos de sol y, agradeciendo a Alá ese momento, besó los labios de su marido, que abrió los ojos. La sonrisa se heló en sus labios: ahora sabía por qué la ley prohibía al heredero despertarse con una persona al lado. No acertó a decir una sola palabra antes de que el príncipe, transformado en un oso terrible, le abriera la garganta de un zarpazo.


lunes, 14 de abril de 2008

Un niño y su tigre




Hoy quiero presentaros (a los que no lo conozcáis) al mejor cómic del siglo XX: Calvin y Hobbes, de Bill Watterson. Waterson publicó "Calvin y Hobbes" durante 10 años (1985-1995), rompiendo con la estructura y los temas que se solían tratar en este tipo de historietas. Calvin y Hobbes han hablado de política, de arte (mucha crítica de arte), de la vida y han hecho muchas tonterías. Ojalá algún día Watterson los retome.

Calvin es un niño de seis años, casi hiperactivo, con mucha imaginación y que odia la escuela. Hobbes es... su alter ego; su tigre de peluche que, sólo para él, está vivo. Su parte filosófica.
Otros protagonistas: el padre de Calvin (odia la tecnología), su madre y su amiga Susie (de la que está, un poco, enamorado).

Tal vez no os suenen: entre otras razones, porque Watterson se negó totalmente a comercializar los personajes. A pesar de las sumas millonarias que se le ofrecieron, no hay ni peluches, ni tazas, ni camisetas, ni siquiera película (Steven Spielberg quiso dirigirla). Me admira su valentía para resistir frente a tanto dinero.

Hoy os dejo sólo dos ejemplos: uno poético, el otro, una solución para una situación cada vez más cotidiana. Irán apareciendo más. Disfrutad.

viernes, 11 de abril de 2008

Flotando en el río...

Ofelia es uno de los personajes más trágicos de Hamlet. Él pierde la cabeza (o no), pero ella se encuentra frente a su muralla de incomprensión. "¡Vete a un convento!", le espeta él. Y la pobre Ofelia no sabe qué le ha pasado, porque antes parecía que la amaba.
Luego ella pierde la cabeza, y con razón. Hamlet mata a su padre, Polonius. Y ella se pasea con flores en la mano. Y desparece. La reina Gertrude afirma, poco después, que subió a un árbol, se cayó a un río y se ahogó. De esta forma, nunca sabemos si ella se suicidó.

Millais pintó este cuadro en 1852. El cuadro se puede ver en la Tate Britain (Londres) o, ahora, en la magnífica exposición sobre este pintor que tiene en Van Gogh Museum de Amsterdam. Millais prestó gran atención a las flores que rodeaban a la bella Ofelia, ya que las pintó antes que a la modelo. Si ampliais el cuadro, podréis ver el gran detalle de éstas y su simbología. Como las amapolas que la rodean, que significan el opio y, por ende, el sueño eterno.
No sabemos si Ofelia está ya muerta en este cuadro o no, o si todavía flota apaciblemente en el río. La modelo de este cuadro, Elizabeth Siddal, pasó largas horas en una bañera calentada con lámparas para que Millais la pintara. Como anécdota, parece ser que atrapó un buen resfriado.

El cuadro es magnífico y el destino de la pobre Ofelia, una muñeca en un mundo que la desprecia o que la ignora, tristísimo.

miércoles, 9 de abril de 2008

Cuando las bibliotecas están solas...

Hoy quiero mostrar en el blog parte del trabajo de una fotógrafa alemana, Candida Höfer, que fotografía edificios vacíos. Uno de sus temas favoritos: bibliotecas. Höfer se ha paseado por toda Europa y parte de EEUU sacando fotos a esos receptáculos de libros cuando están desprovistos de usuarios, cuando los libros están solos y pueden respirar tranquilamente. Las fotos son extrañamente hermosas, poéticas y pacíficas.






















El libro no está editado en España, pero se puede encontrar fácilmente. Y, como es un libro de fotografía, el texto no es lo importante. Un regalo perfecto para un bibliófilo.














martes, 8 de abril de 2008

A la luz del gas

He decidido ampliar este blog al cine, pero al de verdad, el bueno, el que perdura y perdurará.

Confieso que tengo una predilección especial por el cine en blanco y negro. Tal vez porque, en una buena parte de las películas en estos dos colores, se aúnan buenos guiones, buenos actores, buenas direcciones, y dan lugar a películas geniales.

Hoy: Luz que agoniza (Gaslight), pero la versión de 1944, con Ingrid Bergman y Charles Boyer.

La historia comienza con una jovencísima Bergman que parte para Italia. Diez años después, se enamora allí de un pianista, Charles Boyer, con el que se casa y con el que vuelve a Londres, a la casa donde vivió con su tía hasta que ésta fue brutalmente estrangulada. Ingrid comenzará a escuchar ruidos extraños y a perder la memoria, olvidando dónde ha dejado las cosas. Su marido la convencerá de que está perdiendo la cabeza.
¿Hay algo más o es sólo su locura que se está manifestando?



Existe una versión anterior de esta película, rodada en 1940. Las diferencias entre ésta y la de 1944 es que la primera se centra más en la intriga; en cambio, la de 1944, la que yo he visto, es mucho más psicológica.

No quiero contar nada, ni siquiera lo que se sabe desde el principio, porque le quitaría gracia a la película. El guión te mantiene pegado en el sillón hasta el final, especialmente a medida que una empatiza más con Bergman. Las interpretaciones son geniales: Ingrid lo borda y por eso se llevó el Oscar. E incluso tenemos el privilegio de ver a Ángela Lansbury (sí, la detective de "Se ha escrito un crimen") en su primer papel, como criada descarada, con sólo 17 años.

La película se alzó en 1944 con el Óscar a la mejor dirección artística de blanco y negro, y con razón: la iluminación es preciosa. La luz de gas y las sombras juegan una importante parte en la película e incluso nos explican el estado de ánimo de los personajes.

Lo dicho: un clásico totalmente recomendable, con mucha intriga, buen guión y magníficos actores. Disponible en DVD (bibliotecas, tiendas) y otros soportes colectivos que no voy a mencionar. Ejem.

Asombra plantearse que el EEUU se rodaban estas maravillas en plena Guerra Mundial, con la gente muriendo en los frentes y en los campos de concentración.

P.D. Agradezco a Miu que haya concedido un premio a este blog. Muchas gracias. He mirado las reglas, y casi todos los blogs que leo lo han obtenido ya, así que lo hago extensivo a todo el mundo.

viernes, 4 de abril de 2008

Ítaca

Ítaca es la tierra natal de Ulises, a la cual tardó diez años en regresar (más otros diez que pasó en la guerra) debido a la cólera de los dioses. Pero Ítaca es también una isla de verdad:

También es el tema principal del siguiente poema de Constantino Cavafis (1863-1933), un poeta griego-alejandrino que escribió bellas odas a la antigüedad clásica (es por eso que se le considera neopagano).


Entre sus obras, "Ítaca" es mi favorita. La isla de repente simboliza nuestro transcurso vital, nuestros objetivos, nuestros sueños e ilusiones. Ítaca puede ser todo lo que queramos. Leed el poema en voz alta, paladead los sustantivos y las ricas evocaciones de Cavafis. Merece la pena.


ÍTACA

"Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas".

¿Qué os parece?

miércoles, 2 de abril de 2008

Homenaje a los puntos suspensivos

Pobrecitos míos, siempre tan olvidados.

Adoro los puntos suspensivos. Para mí expresan una idea que no termina, un cable que se echa al lector para que complete la frase con sus propias ideas, con sus invenciones... Me resultan muy sugerentes, como ya habréis podido comprobar.

Así que en la entrada de hoy simplemente copio todos los usos que el Diccionario panhispánico de dudas (versión online) de la RAE ofrece para estos amigos míos tan olvidados. Que sirven para tantas cosas. Porque ahí están ellos, para todo lo que queráis sugerir.

HOMENAJE A LOS PUNTOS SUSPENSIVOS


puntos suspensivos. 1. Signo de puntuación formado por tres puntos consecutivos (...) —y solo tres—, llamado así porque entre sus usos principales está el de dejar en suspenso el discurso. Se escriben siempre pegados a la palabra o el signo que los precede, y separados por un espacio de la palabra o el signo que los sigue; pero si lo que sigue a los puntos suspensivos es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Si los puntos suspensivos cierran el enunciado, la palabra siguiente debe escribirse con mayúscula inicial: El caso es que si lloviese... Mejor no pensar en esa posibilidad; pero si no cierran el enunciado y este continúa tras ellos, la palabra que sigue se inicia con minúscula: Estoy pensando que... aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.

2. Usos

a) Para indicar la existencia en el discurso de una pausa transitoria que expresa duda, temor, vacilación o suspense: No sé si ir o si no ir... No sé qué hacer; Te llaman del hospital... Espero que sean buenas noticias; Quería preguntarte... No sé..., bueno..., que si quieres ir conmigo a la fiesta; Si yo te contara...

b) Para señalar la interrupción voluntaria de un discurso cuyo final se da por conocido o sobrentendido por el interlocutor: A pesar de que prepararon cuidadosamente la expedición, llevaron materiales de primera y guías muy experimentados... Bueno, ya sabéis cómo acabó la cosa. Es especialmente frecuente este uso cuando se reproduce un refrán o un fragmento literario de sobra conocido: Más vale pájaro en mano..., así que dámelo ahora mismo; Y en mitad de la fiesta, se subió a una mesa y comenzó a recitar: «Con diez cañones por banda...».

c) Para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra que debe volver a mencionarse: La obra Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti, está llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto... contienen algunos de los mejores hallazgos expresivos del autor.

d) Para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes: ¡Qué hijo de... está hecho! A veces se colocan tras la letra inicial del término que se insinúa: Vete a la m... No te aguanto más.

e) Cuando, por cualquier otro motivo, se desea dejar el enunciado incompleto y en suspenso: Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable... No quiero seguir hablando de ello.

f) Sin valor de interrupción del discurso, sino con intención enfática o expresiva, para alargar entonativamente un texto: Ser... o no ser... Esa es la cuestión.

g) Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera o su abreviatura: Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música... Debe evitarse, por redundante, la aparición conjunta de ambos elementos:

Marca de incorrección.Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música..., etc.

Marca de incorrección.Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música, etcétera...

h) Entre corchetes [...] (? corchete, 2e) o entre paréntesis (...) (? paréntesis, 2e), los puntos suspensivos indican la supresión de una palabra o un fragmento en una cita textual: «Fui don Quijote de la Mancha y soy agora [...] Alonso Quijano el Bueno» (Cervantes Quijote II [Esp. 1615]).

Si se quiere dejar claro que la reproducción de una cita textual no se hace desde el comienzo mismo del enunciado, es posible escribir puntos suspensivos al inicio de la cita, sin paréntesis ni corchetes, dejando un blanco de separación respecto de la palabra a la que preceden: Al final de la obra, don Quijote pide «... un confesor que me confiese y un escribano que haga mi testamento». Asimismo, cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte final, es posible escribir puntos suspensivos, sin paréntesis ni corchetes y sin blanco de separación con respecto al texto que antecede, para indicar que el enunciado continúa más allá de la última palabra reproducida: Al final de la obra, don Quijote pide «... un confesor que me confiese y un escribano que haga mi testamento...», evidenciando la cordura que le asiste en sus últimos momentos.

3. Combinación con otros signos

a) Si los puntos suspensivos finalizan el enunciado, no debe añadirse a ellos el punto de cierre (se escribirán solo tres puntos): Me encanta esta casa. Es hermoso despertarse y ver el sol, los árboles, la luz en las ventanas... Creo que volveré el año que viene; pero si los puntos suspensivos van detrás de una abreviatura, se suma a ellos el punto que la cierra, de modo que se escribirán cuatro puntos en total (? abreviatura, 6d): Algunas abreviaturas con tilde son pág., cód., admón....

b) Tras los puntos suspensivos sí pueden colocarse otros signos de puntuación, como la coma, el punto y coma y los dos puntos, sin dejar entre ambos signos ningún espacio de separación:

Cuando decidas los colores, las telas, el tipo de mobiliario..., ven a verme y te haré el presupuesto.

Mañana traerán la mesa, las sillas, los cuadros...; entonces sí parecerá una casa.

Pensándolo bien...: mejor que no se presente.

c) Los puntos suspensivos se escriben delante de los signos de cierre de interrogación o de exclamación si el enunciado interrogativo o exclamativo está incompleto: ¡Si te dije que...! Es inútil, nunca haces caso a nadie; si está completo, los puntos suspensivos se escriben detrás, sin espacio de separación: ¿Me habrá traído los libros?... Seguro que sí. Pueden darse casos en que se junten el punto de una abreviatura, los tres puntos suspensivos y el de los signos de cierre de interrogación o de exclamación: —¿Viste a ese Sr....? —Sí, el Sr. González estuvo aquí ayer.


Diccionario panhispánico de dudas ©2005

martes, 1 de abril de 2008

Semana Rembrandt (IV): La novia judía


Y con retraso, os presento el último cuadro de esta Semana Rembrandt: "La novia judía (1662).
Este cuadro, aparentemente anodino, es muy extraño para su época. Probablemente fue el encargo de unos recién casados a Rembrandt, que los representó bajo los rasgos de dos personajes del Antiguo Testamento. Eso le permite pinta el gesto del marido, que pone su mano con ternura en el pecho de su esposa, la cual ella toca a su vez. Este gesto, tan simple y tan tierno, era revolucionario en la época, ya que normalmente los cuadros de esposos se pintaban por separado o, si estaban juntos, ni siquiera se tocaban.

Van Gogh, que visitó mucho el Rijksmuseum, le escribió una vez a un amigo sobre este cuadro: "daría diez años de mi vida si pudiera seguir sentando ante este cuadro diez días seguidos sólo con un mendrugo de pan duro".

Y por último, un detalle apasionante, que realmente sólo se aprecia en vivo: la manga amarilla del novio está pintada de forma que es casi una escultura, con una gran cantidad de pintura. Prácticamente sobresale del cuadro.

Disfrutadlo.

jueves, 27 de marzo de 2008

Semana Rembrandt (III): Autorretrato como San Pablo (1661)

Han pasado casi veinte años desde "La ronda de noche". Rembrandt ha vivido muchas cosas. Saskia, su mujer, había muerto. Rembrandt comenzó una relación sentimental con Hendrickje, una antigua sirvienta, con la que tuvo a su hija Cornelia (recordad aquel bello cuadro de Hendrickje entrando en el río que ya hemos visto en este blog). Se arruinó en 1656 y tuvo que dejar su bella casa (hoy museo Rembrandt) por una más humilde en el Jordaan, un barrio de trabajadores.

Pero Rembrandt continuó pintando y, a veces, recibiendo importantes encargos, como el que veremos mañana: "El síndico de los pañeros".

Rembrandt no sólo pintaba encargos, sino tambien autorretratos, siendo uno de los pintores que más desarrolló el género. Durante toda su vida, pintó 80 cuadros y 20 aguafuertes sobre sí mismo. Por lo tanto, tenemos una evolución total sobre él: desde que se representaba como un joven orgulloso y con ambiciones, hasta los autorretratos cargados de pesadumbre y del peso de la vida en sus últimos años.

Aquí os dejo una pequeña evolución de Rembrandt:

























Sin embargo, es de éste último del que os quiero hablar, que es el que está expuesto en el Rijksmuseum: Autorretrato de Rembrandt como San Pablo.


Rembrandt era una persona de marcado sentido lúdico, y le gustaba disfrazarse en sus autorretratos: hay algunos suyos vestido de militar, como un sátrapa árabe o como un caballero el siglo XVI. Pero disfrazarse no es simplemente ponerse unas ropas o un cuchillo, o un escudo: para Rembrandt, es realmente entrar dentro de la psicología del personaje.
En este cuadro, Rembrandt se nos presenta como San Pablo; no como el santo serio, sino como un personaje burlón, que mira al espectador. Visto así, no parece que hay mucho más que contar sobre el cuadro. El turbante está brillantemente pintado, y la carne parece una amalgama, no está definida.
Lo impresionante es la expresión, los ojos que no te abandonen. Allí delante, frente al cuadro, sentía que no me podía ir. Que Rembrandt se había plasmado a sí mismo, lanzando un desafío al mirón: "¡mírame!¡Éste soy yo! Sonrío a pesar de todo. ¿Quieres conocerme? ¡Mírame!"

Y por esta razón este cuadro atrapa a todo el que pase por delante, como una araña al acecho. Os advierto que tengáis cuidado, que ocurre. Me pasó lo mismo frente a su otro autorretrato de vejez, el que está más arriba, en la National Gallery de Londres. Hay Rembrandts sueltos por el mundo que os desafían a mirarlos y a conocerlos. Tan sinceros que estremecen.






miércoles, 26 de marzo de 2008

Semana Rembrandt (II): La ronda de noche


Este cuadro fue pintado en 1642 por encargo de una compañía de arcabuceros voluntarios, los kloveniers, destacados miembros de la ciudad que servían en la milicia urbana. En realidad, el título del cuadro no es correcto. Fue el crítico Joshua Reynolds el que se lo atribuyó, ya que el cuadro estaba sucio y parecía que la escena ocurría de noche. En realidad es de día, pero los miembros de la milicia salen de un arco que está en la oscuridad y un potente rayo de sol los ilumina.

¿Cuál es, en primer lugar, el gran éxito de Rembrandt en este gigantesco cuadro? La composición. Es difícil reunir tantos retratos en un solo cuadro sin que parezca aburrido o desprovisto de vida. Tenéis que imaginar que es una foto del colegio, en la que si todos nos ponemos en fila formaremos una composición aburrida. Casi ningún otro pintor holandés de la época fue capaz de crear composiciones dinámicas y originales para estos cuadros compuestos de muchísimos retratos. El único que se acerca a Rembrandt es Franz Hals. En el cuadro a continuación, se ve muy claro:

Este cuadro fue pintado por dos manos: a la izquierda, Franz Hals. Las figuras interactuan, parecen menos fijas. A la derecha, Codde, típico pintor neerlandés. Es a lo que me refiero: la pintura de la derecha con sus figuras todas a la misma altura, estáticas, es lo que se hacía en el arte holandés. Volved al cuadro de Rembrandt. Es casi un teatro callejero: la compañía sale triunfante de un desfile a través de un arco. Hay un perro, niños correteando, un soldado que carga un mosquetón, otro que sonríe, el capitán Banning Cocq ordena a su teniente que organize la marcha. Hay ruido, canciones, juramentos. En el cuadro hay vida. Es un fotograma congelado en el tiempo.

Otra de las virtudes de Rembrandt es que su cuadro nos presenta tipos sociales distintos. Tenemos al capitán y al teniente (los dos en primer plano), miembros de la clase alta. Por detrás, los arcabuceros fanfarrones, de clase más baja. Los niños, que forman parte del pueblo.

Atención a varios detalles. El primero, la niña que corretea entre los soldados con un pollo colgando.
Durante mucho tiempo se pensó que era un fantasma, una sombra o algo así. Es uno de los focos de luz. Al darse cuenta de que la ronda no es nocturna, se ha identificado a esa niña como una de las mascotas de la compañía, ya que va vestida de los colores (dorado y azul) de ésta. Como si fuera con una camiseta de fútbol, vamos. El pollo, con sus garras, es el símbolo del valor de los arcabuceros. Lo que sí es curioso, es que la niña lleva los rasgos de la esposa de Rembrandt, Saskia, que había muerto ese mismo año.

Otro detalle: el cuadro es mucho más grande. En 1715 se trasladó a otro lugar y se cortó una parte. El capitán del cuadro, Banning Cocq, había encargado una copia para él, y así podemos saber cómo era en realidad (esta copia también está en el Rijksmuseum).

Las banderas no estaban tan cerca del final del lienzo y el cuadro en sí es mucho más espacioso.

Un último detalle: en estos cuadros, cada retratado pagaba una parte proporcional. Pero hay alguien del que sólo aparecen los ojos que no pagó. Mirad entre el hombre del casco y el de la bandera. Unos ojos inquietos se asoman; encima, lo que parece una gorra de pintor. Muchos han apuntado que Rembrandt quiso incluirse en su gran obra. Es un detalle que me parece precioso.

Edito para añadir que los detalles del cuadro son magníficos. Ampliad la imagen completa. La sombra de la mano del capitán es magistral. Y en la manga del teniente, el que va vestido de dorado, esa especie de borlas que lleva son casi tridimensionales.
(Lo único malo del cuadro es que en Holanda y fuera de ella es casi una institución, entonces está lleno de gente, y cuesta concentrarse en los detalles. Aunque hay que reseñar que una de los vigilantes no dejaba hablar más alto de lo debido. Menos mal).
En esta foto (que no es mía), veis el tamaño del cuadro y las multitudes alrededor: