miércoles, 14 de mayo de 2008

Leeremos "Laura"

¡Menos mal!

'Laura', la última obra de Nabokov, verá al fin la luz

El hijo del escritor contradice la voluntad paterna de destruir el manuscrito inacabado
Se resolvió el dilema. La última obra inconclusa de Vladimir Nabokov (1899-1927), Laura, verá la luz tras permanecer más de 30 años encerrada en la caja de seguridad de un banco de Suiza. Así lo ha confirmado su hijo, Dimitri Nabokov, al semanario alemán Der Spiegel desde su domicilio de invierno en Palm Beach.
"Soy un hijo leal y he reflexionado sobre ello durante mucho tiempo. Hasta que un día vi a mi padre frente a mí diciendo con una mueca irónica: te has metido en buen lío así que publícala", asegura el hijo de 73 años, en la edición impresa del semanario alemán. Pero esta última afirmación se contradice con el último deseo de su padre.
El autor de clásicos como Lolita comenzó a escribir Laura en 1974 pero nunca la terminó. Antes de morir, en 1977, pidió a su familia que quemara el manuscrito. Pero ni su mujer, Vera, ni su hijo se atrevieron a quemar la que, según Dimitri, podría ser "la novela más brillante de mi padre, la destilación más concentrada de su creatividad". Aun así, desde que en 1991 murió la madre de Dimitri y este pasó a administrar el legado del escritor, ha amenazado en varias ocasiones con cumplir la última voluntad del autor. "Mi padre no quería que ninguna obra inconclusa perturbara su memoria", aseguró una vez al diario británico The Times en una entrevista por correo electrónico. En la misma entrevista se le preguntaba por qué no quemó el propio Vladimir Nabokov la obra si tan seguro estaba de desear su destrucción: "Tenía prisa por seguir y no sabía cuántos días le quedaban de vida. De haberlo sabido quizá la habría quemado él mismo", contestó entonces Dimitri.

DECISIÓN TAJANTE
Sea como sea, parece que la nueva decisión es tajante y, aunque algunas voces habían pedido la destrucción de la obra por tratarse de un fragmento inacabado --entre ellos el propio primo carnal de Dimitri, el editor Ivan Nabokov, y uno de los biógrafos del autor, Brian Boyd--, eran mayoría los amantes de la literatura que abogaban por su publicación y llevaban años suplicando al hijo del escritor que no la quemara. Muchos esgrimían ejemplos de grandes obras que han sido publicadas a pesar de los últimos deseos de sus autores para defender la publicación de la misteriosa Laura. Es el caso de Kafka, que también pidió a su gran amigo Max Brod que quemara su obra; petición que por suerte este decidió desobedecer. Solo queda por ver si es la gran obra inacabada de la que hablan los que la han leído y si ha merecido la pena la espera.

De El Periódico.

¿Hubierais quemado el manuscrito? Y no sé si me hubiera atrevido... Es el dilema de Brod con Kafka (que tampoco los quemo).