Un de los fallos que más se escuchan hoy en día es el uso del imperativo con la segunda persona del plural. ¿Nadie ha escuchado: ¡sentaros!? o ¡veniros!Y claro, a los puristas nos entra la duda...
Regla de oro para no fallar nunca: el imperativo unido a la segunda persona del plural pierde la "d" del imperativo. Y nunca, nunca, se convierte en una "r".
O sea:
incorrecto -> correcto
amaros -> amaos
cogeros -> cogeos
veniros -> veníos
cambiar -> cambiaos
Única excepción: el verbo ir (id -> idos).
Y ya última precisión: el imperativo nunca se forma con el infinitivo, a no ser que vaya precedido por la preposición "a": "¡a sentarse!".
Os dejo un regalito para el fin de semana. Una maravillosa poesía del tristemente fallecido Ángel González. Porque para algunos todos los días son el día de los enamorados.

ME BASTA ASÍ
Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.