El acto maravilloso de leer tranquilamente en un tren mientras el mundo va caminando poco a poco por tu ventana.
Por Edward Hopper, Compartment C, Car 293
(Hopper se merece una entrada prontito y os contaré cómo un vigilante del Thyssen me echó la bronca por sentarme en el suelo para admirar tranquilamente un Hopper)
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3 comentarios:
Hopper es la cotidianeidad convertida en elegancia. Sus cuadros son aparentemente de lo más anodinos, pero te cautivan, de repente te ves en ellos, imaginándote conversaciones o pensamientos como si fueras el protegonista. Yo creo que es porque ha pintado lo que todos hemos hecho una y mil veces. Pero sin caer en lo depresivo ni en lo horroroso. Una imagen preciosa para esta mañana de tanto sol!!
ayyyy, que me has dado!!
hopper es de mis favoritos, sin duda.
me encanta...
se supone que un tema recurrente en él es la soledad..y, sin embargo, a mí me sugiere depende de como esté yo.. y esto creo que no se consigue tan fácil!
había un blog,llamado Toma Hopper que revisitaba el Nighthawks. hace muchisimo que no actualizan, pero te lo recomiendo porque la verdad, yo lo disfrute muchisimo
http://barthopper.blogspot.com/
y espero que estés de humor y nos cuentes la experiencia "los cuadros se ven de pasada a tres metros y corre mucho!!" o algo así debe pensar la mujer, no?
besos
¡Gracias por vuestros interesantísimos comentarios! Coco, tienes razón, todo es elegantísimo en Hopper. Yo tenía un proyecto que consistía en escribir doce cuentos basados en doce cuadros suyos. Algún día lo retomaré.
Ay, Maba, la soledad de Hopper a veces, como en este cuadro, es tan serena y tan alegre... Genial tu enlace. Me encanta.
Besos (prometo entrada sobre Hopper con anécdota pronto)
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